`Mayita del Ávila´, como la conocen por su amor por el Parque
Nacional que da respiro a Caracas, es activa militante del movimiento
ambientalista nacional desde hace más de 30 años, como miembro de
FORJA, FEDERACIÓN DE ORGANIZACIONES Y JUNTAS AMBIENTALISTAS, organización que justo cumple 36 años, ANIVERSARIO QUE SE CELEBRA ESTE DOMINGO 24 DE JULIO, junto con el NATALICIO DE SIMON BOLIVAR, invitando para ello, a una actividad al aire libre, en el PARQUE PARA LA VIDA en COTIZA, de 10AM a 3PM por lo cual traemos a colación, casi en forma literal una hermosa entrevista que le hicieron en el marco del trabajo, Madres con Causa, realizado en 2012, por Adriana Boccalon, para la revista Dominical.
Por FUNDAMOR DE VENEZUELA, Omaira Delgado, Maya, ha sido miembro de la Red Ambiental Ávila, promotora de la Aldea de Paz, siendo madre de 3 hijas y abuela de 4 nietos, y dice que “como promotora de la Universidad de la Vida decreto que la mejor escuela es Venezuela, y que sus Parques y Monumentos Naturales son laboratorio y aula abierta para la información y el conocimiento sobre conservación ambiental”.
Por FUNDAMOR DE VENEZUELA, Omaira Delgado, Maya, ha sido miembro de la Red Ambiental Ávila, promotora de la Aldea de Paz, siendo madre de 3 hijas y abuela de 4 nietos, y dice que “como promotora de la Universidad de la Vida decreto que la mejor escuela es Venezuela, y que sus Parques y Monumentos Naturales son laboratorio y aula abierta para la información y el conocimiento sobre conservación ambiental”.
Por los años 60 llegó a Caracas esta provinciana entonces
jovencita, con una mochila repleta de sueños. Nos cuenta que comenzó a trabajar
en el Hipódromo La Rinconada y los sábados asistía a los cursos que dictaba José
Mora en los viveros que había allí, donde se cultivaban plantas que luego se
donaban a las escuelas. Así me cautivo la Naturaleza -recuerda- y decidí recibir
instrucción formal en la Universidad Simón Rodríguez para enseñar en las escuelas.
Risueña, echa el tiempo atrás y comenta que “mis hijas respetaban mis
inquietudes, pero en mis andanzas domingueras siempre me reclamaban ´¡qué
fastidio, mamá! ¿Por qué tenemos que ir contigo a sembrar maticas o a recoger
basura?´, hasta que entendieron que eso ya formaba parte de mi vida”.
Fundamor de Venezuela es un legado de Argelia Laya, amiga
entrañable de Mayita. Un día, -recuerda- llegó a mi casa y me la entregó como
regalo de cumpleaños, y aunque no tengo sede ni recursos, bajo su nombre impulso
actividades junto a otras organizaciones aliadas, todas integrantes de la Red
Ambiental Ávila, pues para nosotros, la conservación de la vida y la formación
de agentes multiplicadores para la defensa de la Naturaleza, no es una ´moda´
sino un ejercicio permanente en colectivo”.
Sin embargo, Mayita lamenta que la Educación Ambiental
señalada en la Carta Magna, por la que tanto asegura haber trabajado codo a
codo junto a sus pares y comunidades, no se cumpla a cabalidad. También,
-agrega- es poco halagador que a veces se nos prohíba realizar foros y reuniones
en los parques públicos, pues en esta etapa de nuestras acciones, nos sentimos
limitados, frenados, ignorados y, en ocasiones, atacados.
LECCIÓN DE VIDA
“Hoy menos que nunca tiraría la toalla porque mi labor como
Promotora Ambiental le ha dado sentido a mi vida”.
Maya
Delgado Rivas, Presidenta de Fundamor de Venezuela
